El término desatancar se refiere a la acción de limpiar un conducto que está obstruido, permitiendo que fluya nuevamente lo que contiene, como agua o aire.
También puede usarse en un sentido más amplio, indicando que algo se desatasca o se libera de una obstrucción.
Este verbo es fundamental en contextos relacionados con la plomería, la ventilación y otros sistemas donde el flujo es esencial.