El término descacilar se refiere a una acción antigua y poco común que implica limpiar y alisar ladrillos o baldosas que han sido recuperados de un derribo.
Este proceso permite reutilizar estos materiales en nuevas construcciones.
Aunque su uso es considerado anticuado y se encuentra en desuso, la palabra está relacionada con la práctica de dar nueva vida a elementos arquitectónicos, destacando la importancia de la sostenibilidad en la construcción.