La palabra descargadas se refiere, en el ámbito de la blasfemia, a las armas que han sido infamadas o deshonradas.
Este término se utiliza en plural y evoca una connotación de pérdida de honor o respeto, especialmente en contextos donde la reputación y la integridad son fundamentales.
Así, "descargadas" no solo describe un estado físico, sino también un impacto moral y social en quienes las portan.