La palabra descendida se refiere a la acción de bajar o el resultado de esta acción.
En su forma sustantiva, implica un movimiento hacia abajo, ya sea en un contexto físico, como descender por una montaña, o en un sentido más abstracto, como la disminución de un estado o condición.
Este término captura la esencia de la bajada, destacando el cambio de posición o nivel que conlleva.