El término descerebrar tiene una acepción antigua que se refiere a descalabrar, es decir, causar un daño o lesión grave en la cabeza.
Aunque hoy en día su uso es poco común y se considera anticuado, su significado evoca la idea de afectar de manera significativa la integridad de una persona.
Esta palabra refleja un contexto histórico en el que el lenguaje y las expresiones evolucionan con el tiempo, dejando atrás términos que alguna vez fueron más frecuentes.