La palabra descolada en su acepción familiar en México se refiere a la acción de descolar, que implica un gesto o actitud de desprecio hacia alguien.
Este término refleja una forma de comunicación que puede ser tanto verbal como no verbal, y se utiliza para expresar desdén o desinterés por una persona.
Así, "descolada" se convierte en un recurso lingüístico que revela dinámicas sociales y relaciones interpersonales en el contexto mexicano.