El término descomulgar se refiere a la acción de excomulgar, que implica la exclusión de una persona de la comunión en el contexto religioso.
Aunque su uso ha caído en desuso y se prefiere la palabra excomulgar, el concepto sigue siendo relevante en discusiones sobre la inclusión y la aceptación dentro de la iglesia.
Un ejemplo de su aplicación es el llamado del Papa a no descomulgar a las parejas divorciadas que se vuelven a casar.