El término descrucificar se refiere a la acción de desenclavar o quitar de la cruz a una persona que estaba en ella.
Esta palabra, de uso anticuado y en desuso, evoca una imagen poderosa relacionada con el sufrimiento y la redención.
Aunque su significado es claro, su uso en el lenguaje contemporáneo es muy limitado, lo que la convierte en un término casi arhaico en el español actual.