El término desembelesarse se refiere al acto de salir del embelesamiento, que implica liberarse de un estado de fascinación o asombro que puede nublar el juicio.
Este proceso permite recuperar la claridad mental y la percepción objetiva de la realidad.
Al desembelesarse, una persona puede volver a conectar con su entorno y tomar decisiones más acertadas, dejando atrás la distracción o la ilusión que le mantenía cautivado.