El término desenfaldar se refiere a la acción de bajar el enfaldo, que es una especie de manto o prenda que se lleva sobre los hombros.
Esta palabra, aunque poco común en el uso cotidiano, evoca imágenes de vestimentas tradicionales y su manipulación.
En un contexto más amplio, puede simbolizar la idea de liberar o despojarse de algo que cubre o envuelve, permitiendo que lo que está debajo se muestre con claridad.