El término desenlustrar se refiere al acto de quitar el brillo o el lustre de un objeto, haciendo que pierda su apariencia pulida y brillante.
Este proceso puede aplicarse a diversos materiales, como metales o superficies, y se utiliza en contextos donde se busca un acabado más mate o natural.
En esencia, desenlustrar implica una transformación que altera la estética original, llevándola a un estado menos brillante.