El término desgotar proviene de un uso antiguo que se refiere a la acción de agotar el agua en la que un objeto está empapado, mediante un proceso de exprimir o extraer el líquido.
Aunque esta acepción ha caído en desuso, su significado evoca la idea de eliminar la humedad de un material, dejando su estado seco.
Así, desgotar representa una conexión con prácticas pasadas relacionadas con el manejo del agua y la conservación de objetos.