La desinformación es la difusión de información falsa o engañosa con el fin de manipular, confundir o influir en la opinión pública.
Puede ser realizada intencionalmente por individuos, grupos o entidades con intereses particulares, o surgir de la propagación no intencionada de datos incorrectos.
Se manifiesta en diversos medios como redes sociales, medios tradicionales, publicidad y campañas políticas, generando confusión, polarización, desconfianza y daños a nivel político, social y económico en la sociedad.
Este fenómeno puede ser llevado a cabo de manera deliberada por individuos, grupos o entidades con intereses particulares, o puede surgir como resultado de la propagación no intencionada de datos incorrectos.
La desinformación puede manifestarse a través de diversos medios, incluyendo las redes sociales, los medios de comunicación tradicionales, la publicidad y las campañas políticas. Sus efectos pueden ser perjudiciales para la sociedad al generar confusión, polarización, desconfianza e incluso provocar daños a nivel político, social y económico.
Es importante estar alerta y desarrollar habilidades críticas para identificar la desinformación y promover la difusión de información veraz y contrastada.
El combate contra la desinformación requiere el compromiso de todos los actores sociales y el fomento de una cultura de verificación y responsabilidad en la comunicación.
Ejemplos de uso: "La desinformación política durante la campaña electoral generó confusión entre los votantes"
"Es importante verificar la veracidad de las noticias para evitar caer en la desinformación de las redes sociales"
"El gobierno está implementando estrategias para combatir la desinformación en línea"
"La desinformación sobre la vacuna contra el COVID-19 ha generado desconfianza en algunos sectores de la población"
"Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de evitar la difusión de desinformación y promover información veraz"