El término desobligar se refiere principalmente a la acción de eximir a alguien de una obligación, liberándolo de la responsabilidad que tenía.
Esta palabra también puede usarse en un sentido más figurado, donde implica causar disgusto o descontento en una persona, ya sea por la forma en que se actúa o por el incumplimiento de expectativas.
Así, desobligar abarca tanto la liberación de deberes como la generación de malestar.