Desoír es un verbo transitivo que implica no prestar atención o no hacer caso a lo que se escucha.
Esta acción de desoír puede manifestarse tanto en el ámbito verbal, cuando se ignora o se hace caso omiso a una recomendación, consejo o advertencia, como también en lo auditivo, cuando se evita o se ignora un sonido o ruido.
Cuando se desoye un consejo, puede deberse a diferentes razones.
En ocasiones, se desoír porque se cree que se tiene la razón o se considera que la opinión de los demás no es relevante.
También puede suceder porque la persona no valora la experiencia o conocimiento de quien brinda el consejo.
Desoír es un verbo transitivo que implica no prestar atención o no hacer caso a lo que se escucha. Esta acción de desoír puede manifestarse tanto en el ámbito verbal, cuando se ignora o se hace caso omiso a una recomendación, consejo o advertencia, como también en lo auditivo, cuando se evita o se ignora un sonido o ruido.
Cuando se desoye un consejo, puede deberse a diferentes razones. En ocasiones, se desoír porque se cree que se tiene la razón o se considera que la opinión de los demás no es relevante. También puede suceder porque la persona no valora la experiencia o conocimiento de quien brinda el consejo.
De igual manera, desoír puede significar negarse a escuchar o ignorar ciertos sonidos o ruidos, ya sea para evitar un posible peligro o simplemente porque se desea desconectar de lo que está sucediendo en el entorno. Este concepto se utiliza con frecuencia en contextos relacionados con la salud auditiva, donde se aconseja evitar exposiciones prolongadas o repetitivas a sonidos fuertes que puedan causar daño en los oídos.
Ejemplo: desoír un consejo.
Ejemplos de uso: "Desoiré tus recomendaciones, ya que creo que tengo la razón en este asunto".
"Mi hermano siempre desoye los consejos de nuestros padres, piensa que él siempre sabe qué es lo mejor".
"Es importante no desoír las alarmas de incendio, ya que podrían indicar un peligro inminente".