La palabra desosada proviene del término germánico que se refiere a una lengua o dialecto.
En su primera acepción, se utiliza para describir un estado de desconexión o falta de comunicación en el uso del lenguaje.
Este concepto puede aplicarse a situaciones donde la expresión verbal se ve limitada, ya sea por la falta de vocabulario o por la dificultad para articular ideas de manera efectiva.