La desoxidación ácida es un proceso clave en metalurgia que consiste en la eliminación de óxidos o manchas en la superficie de los metales mediante su inmersión en soluciones ácidas.
Este procedimiento se realiza a través de métodos como la inmersión agitada en tanques o la desoxidación continua de tiras de metal.
Se utilizan ácidos como el muriático y el sulfúrico, que, al reaccionar, facilitan la separación de la costra de óxido, mejorando así la calidad del metal.
En Metalurgia, separación química de los óxidos o manchas que cubren la superficie de los metales por inmersión en solución ácida. Se emplean para ello dos métodos: 1) el de inmersión, con agitación, de las partes de acero forjado o termotratado en una solución desoxidante. La operación se realiza en grandes tanques por medio de dispositivos neumáticos; 2) desoxidación automática continua de tiras de latón o acero pasándolas por tanques de plomo o. forrados de goma que contienen la solución desoxidante. Los metales son lavados luego en agua fría y, finalmente, en agua caliente, mientras se someten a un cepillado automático superficial para eliminar cualquier impureza.
Las soluciones empleadas en la desoxidación del acero son el ácido muriático y el ácido sulfúrico diluido (5 a 15 %) a la temperatura de 65 a 87°C. La costra de óxido formada en los aceros, compuesta principalmente de Fe3O4, se separa merced principalmente a la acción mecánica del hidrógeno que se desprende en la superficie del acero subyacente por la acción del ácido que penetra a través de las hendiduras o poros de la costra de óxido y merced en parte a la verdadera solución de óxido ferroso (FeO) presente bajo la capa principal de Fe3O4. Para la desoxidación del latón se emplea una solución caliente de ácido sulfúrico (15 a 20 %). Como operación final se imprime al latón un aspecto lustroso y dorado sumergiéndolo en una solución de ácido sulfúrico a la que se añade ácido crómico o bicromato de potasio. Véase Acero; Hierro; Latón.