El término despiste se refiere a la acción de perder la orientación o la atención, lo que puede llevar a un estado de distracción o atolondramiento.
Este concepto también se aplica en el ámbito de la conducción, donde un movimiento brusco puede desviar un vehículo de su trayectoria, provocando situaciones inesperadas.
En definitiva, el despiste implica una falta de concentración que puede tener diversas consecuencias en la vida cotidiana.