El término despulmonarse se utiliza en el ámbito familiar para referirse a la acción de desgastarse o perder energía, ya sea física o emocionalmente.
Esta expresión evoca la idea de agotar las fuerzas hasta el punto de sentirse vacío o sin recursos.
Aunque su uso es coloquial, refleja una experiencia común en la vida cotidiana, donde las personas pueden sentir que han dado todo de sí en diversas situaciones.