La destiladora solar es un ingenioso aparato diseñado para convertir agua de mar en agua potable, especialmente útil en situaciones de emergencia, como en botes salvavidas.
Su estructura ligera y resistente, hecha de plástico, permite que la luz solar penetre y calienta una esponja interna empapada de agua salada.
Este calor genera vapor, que se condensa en la parte más fría del dispositivo, proporcionando así un acceso vital a agua dulce en medio del océano.
Este aparato permite a los ocupantes de botes salvavidas a merced de las olas destilar agua de mar para hacerla potable. El equipo, sólido y ligero, consta de una envoltura de plástico de vinilo, de unos 76 cm de longitud y 30 de diámetro, en cuyo interior se extiende una capa de plástico cubierta con esponja de celulosa negra.
Para obtener un litro diario de agua potable se vierten unos cuatro litros de agua de mar dentro de la envoltura. Cuando la esponja está saturada, se infla la envoltura a fuerza de pulmones y se desagua el exceso de agua de mar inclinando la destiladora. El aparato queda entonces atado a la balsa y flotando sobre el océano. La transparencia de la envoltura plástica permite que aproximadamente un 90% de los rayos solares la atraviesen e incidan en la esponja empapada de agua salada. El calor del sol, absorbido por la esponja humedecida, origina la formación de vapor. La envoltura de la destiladora, más fría, condensa el vapor, que, en forma de agua potable, fluye al interior de un depósito, mientras las sales marinas quedan retenidas en la esponja.
Otros dos métodos que permiten a los náufragos a merced de las olas obtener agua potable son: el empleo de lonas impermeables para recoger agua de lluvia y el procedimiento de desalado por cambio de ion (también desarrollado durante la II Guerra Mundial). Este último método es práctico en cualesquiera condiciones climatológicas. Véase Desalado del agua; Destilación seca de la madera.
