El término destorlongo se utiliza en México para referirse al despilfarro o derroche de recursos.
Esta palabra captura la idea de un uso excesivo e irresponsable de bienes, ya sea en el ámbito económico o en otros contextos.
Su uso refleja una crítica hacia la falta de moderación y la tendencia a gastar sin consideración, lo que puede llevar a consecuencias negativas en la gestión de recursos.