La palabra diatomea se refiere a un tipo de alga perteneciente a la subclase de las diatomeas, que son organismos acuáticos unicelulares.
Estas algas son reconocidas por sus paredes celulares compuestas de sílice, lo que les confiere una estructura única y hermosa.
Las diatomeas desempeñan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos, ya que son fundamentales en la cadena alimentaria y contribuyen a la producción de oxígeno.
f. Bot. Diatomácea. [|| f. Bot. Alga de la subclase de las diatomeas. ver: diatomácea]
Etimología u origen de la palabra diatomea: (del griego, corta.)
2º artículo
Alga unicelular que da nombre a la familia de las diatomáceas o bacilariofíceas, del orden de las crisofitas. La diatomea consiste en una pequeña masa de protoplasma rodeada de una pared compuesta de dos valvas (frústulas), que encajan entre sí cual lo hacen las dos partes de una cajita. Esta pared se diferencia de las de otras células vegetales en que, al estar muy impregnada de sílice, se vuelve dura y quebradiza. Generalmente aparece cubierta de caprichosos relieves superficiales, diferentes en cada especie. El protoplasma de una diatomea contiene un solo núcleo y generalmente dos cloroplastos. Junto a la clorofila se observa de ordinario la presencia de un pigmento de color pardo, responsable del color verde-parduzco que presentan la mayoría de las algas.
Las diatomeas se reproducen asexualmente por división celular, que determina la producción de dos nuevos individuos. Una vez efectuada la división, es frecuente que las diatomeas permanezcan unidas formando colonias de formas diversas. También pueden producirse sexualmente. Los protoplasmas de dos pequeñas diatomeas escapan de sus paredes celulares y van a parar al agua, donde se fusionan y forman un cigoto, que se convertirá en una diatomea de tamaño normal. Aunque la mayoría de las diatomeas flotan libremente, algunas segregan sustancias gelatinosas que les sirven para adherirse a los objetos sumergidos; muchas de las formas flotantes son capaces de movimiento. Algunas especies se desarrollan en suelos húmedos.
Al morir las diatomeas, las paredes celulares permanecen intactas en su mayor parte a causa de su elevado contenido en sílice; de este modo se acumulan en el fondo de los mares y los lagos formando gruesas capas que, a veces, alcanzan espesores superiores a 900 m. Los movimientos geológicos han levantado estos depósitos en muchas regiones convirtiéndolos en tierra diatomácea, o kieselguhr, que encuentra numerosas aplicaciones: filtración de líquidos, abrasivo, base absorbente para la fabricación de dinamita, aislamiento de materiales y otros. A causa de la extremada finura y regularidad de los grabados de sus paredes, las conchas de diatomeas se emplean para comprobar la calidad de las lentes de los microscopios. Las diatomeas constituyen un alimento importante para los animales acuáticos, especialmente los que habitan en los océanos.