Los dibujos animados son una forma de película que se crea a partir de una serie de dibujos que, al ser dispuestos y fotografiados de manera adecuada, generan la ilusión de movimiento.
Este proceso requiere la captura de 24 fotogramas por segundo, sincronizados con el sonido para lograr una experiencia más realista.
Desde sus inicios a principios del siglo XX, con pioneros como Stuart Blackton y Émile Cohl, los dibujos animados han evolucionado y alcanzado gran popularidad, especialmente en Estados Unidos.
Película realizada sobre una serie de dibujos que, debidamente dispuestos y fotografiados, dan sensación de movimiento. Para cada segundo de acción es preciso realizar 24 fotogramas; las imágenes se sincronizan con el sonido para completar la ilusión de realidad y, generalmente, se realizan en color. Véase Cinematografía.
Las primeras películas del género se deben a Stuart Blackton, quien, en 1906, ideó el procedimiento de «giro de manivela», que permite tomar imagen por imagen, y con el que realizó Humorous Phases of Funny Fases. El mismo procedimiento aplicaron Segundo Chamón en España (Hotel eléctrico) y, sobre todo, Émile Cohl en Francia (La course des potirons). Pero donde mayor éxito alcanzaron los dibujos animados fue en Estados Unidos. Los hermanos Fleischer tomaron sus personajes de los «comic strips» norteamericanos y los popularizaron en el mundo entero: Coco, Betty Boop, Popeye, creado por E. C. Segar. En tanto Pat Sullivan daba nueva vida al género con su Gato Félix, surgía el «rey de los dibujos animados», Walt Disney, a quien llevaron a la fama sus cortometrajes con el ratón Mickey y el pato Donald como «protagonistas», así como sus inolvidables «Sinfonías tontas». Implantó además la modalidad de las películas de dibujos animados de larga duración. Casi simultáneamente surgieron multitud de variantes de los dibujos animados: siluetas (Trnka), sombras chinescas (L. Reiniger), marionetas (Ptuchko), muñecos plásticos (Starevitch), al tiempo que una legión de animadores invadían las pantallas superando en algunos casos a Disney en originalidad y valor artístico: Barbera en Estados Unidos, Mac Laren en Canadá, Halas y Batchelor en Inglaterra, Tsekhaniowski en Rusia, Ofuji en Japón. En España, Balet y Blay realizaron alguna película de largometraje en dibujos animados (Garbancito de la Mancha), pero la modalidad no ha tenido continuadores de categoría y casi todo el trabajo realizado en ella se encamina a la producción de filmlets o cortometrajes publicitarios. En este campo destacan algunos buenos animadores, como Moro, formados en la escuela de Disney, que han logrado realizaciones de calidad.