La difusión es un fenómeno fundamental en la Física, que describe cómo las partículas de tamaño molecular se mueven espontáneamente de un lugar a otro.
Este movimiento se origina en la energía cinética de las moléculas, que es uniforme a una temperatura específica.
La velocidad de difusión de diferentes gases varía según sus densidades, lo que resulta en mezclas homogéneas cuando se combinan, como en el caso del hidrógeno y el oxígeno.
En Física, propiedad que poseen las partículas de tamaño molecular de pasar espontáneamente de un lugar a otro. Este movimiento se debe a la energía cinética de las moléculas. El valor medio de tal energía es el mismo para todas ellas a una temperatura determinada, dado que el calor es el origen de su energía cinética. Pero como ésta viene expresado por 1/2 mv2, en donde m es la masa y v la velocidad media de las partículas, resulta que las velocidades de difusión de dos gases cualesquiera son inversamente proporcionales a las raíces cuadradas de sus densidades. Así el hidrógeno, cuya densidad es 1 se difunde cuatro veces más deprisa que el oxígeno, de densidad 16.
Como las partículas gaseosas de cada cuerpo se mueven en todas las direcciones con la misma velocidad media, el resultado final será siempre una mezcla homogénea. Si se coloca boca arriba una botella de oxígeno y otra de hidrógeno boca abajo, de modo que ambas se comuniquen, el oxígeno se difundirá hacia arriba en el hidrógeno, más ligero, mientras que este gas difundirá hacia abajo en el oxígeno, que es más pesado, hasta que finalmente ambas botellas contengan una mezcla de ambos gases en la misma proporción. Si en la comunicación entre dichas botellas se interpone una placa porosa, las moléculas de hidrógeno, que se mueven más rápidamente que las de oxígeno, atravesarán antes la placa y originarán una sobrepresión en la botella de oxígeno, pero el efecto será solamente temporal, ya que las moléculas de oxígeno, aunque más lentas, también se difundirán lo suficiente para igualar las presiones.
Difusión análoga es la producida entre diferentes líquidos miscibles puestos en contacto; como en el caso de los gases, la interposición de una membrana porosa, permite que se desarrolle en los líquidos una presión, medible en determinadas condiciones; es la llamada presión osmótica. Véase Osmosis.
La difusión puede tener lugar entre fluidos y sólidos y también entre sólidos; así, por ejemplo, el mercurio se difunde en el plomo, la plata, el oro y en otros muchos metales. Si se mantienen en íntimo contacto un disco de plomo y otro de oro durante bastante tiempo y luego se analizan ambos discos separadamente, se encontrará plomo en el disco de oro y viceversa.
La difusión es una propiedad general de la materia y no es improbable que la interdifusión de sólidos haya contribuido poderosamente a la génesis de los hermosos minerales que constituyen algunas de nuestras más estimadas piedras preciosas. Véase Gas.
Origen etimológico de difusión: proviene de la palabra latina diffusio