La palabra digerible se refiere a aquello que puede ser digerido, es decir, que el organismo puede procesar y asimilar sin dificultad.
Este término se utiliza comúnmente en el ámbito de la alimentación, donde se valora la capacidad de ciertos alimentos para ser descompuestos y aprovechados por el cuerpo.
Un alimento digerible es aquel que no causa malestar ni complicaciones en el sistema digestivo, facilitando así una buena salud.