f. Voluntad, amor o afecto honesto, tierno, respetuoso y puro por alguien o algo que se prefiere con respecto a otros.
Es característico de la dilección llevar consigo una elección libre y voluntaria a quién o qué amar o volcar el afecto.
La dilección implica una elección consciente de amar o preferir a alguien o algo. No se trata de un afecto forzado o impuesto, sino que surge de manera espontánea y libre. Es una expresión de voluntad y elección personal, en la cual se selecciona a una persona o cosa sobre otras opciones disponibles.
La dilección se caracteriza por ser honesta, tierna, respetuosa y pura. No es un sentimiento basado en intereses egoístas o superficiales, sino que surge desde lo más profundo del corazón. Se fundamenta en una conexión emocional genuina con la persona o cosa amada, en la cual se experimenta un profundo cariño y aprecio.
La dilección puede manifestarse de diversas maneras, ya sea a través de gestos de cariño y cuidado, palabras de aprecio y respeto, o dedicando tiempo y atención a la persona o cosa amada. Es un sentimiento que nutre las relaciones humanas y fortalece los lazos afectivos.
Ejemplos de uso: "siempre evoca a sus maestros con dilección y respeto".
"tiene una dilección por los colores pasteles".
"Su disciplina mental lo abocó a una gran sensibilidad estética. Un don incrementado tras cursar Bellas Artes, y robustecido por su dilección hacia la ópera y la música clásica", La leyenda del cazador de noticias, Diario de Cádiz - 12 abr. 2016.
"Este amor del que hablamos es ciertamente de una textura distinta y se llama dilección. Se establece en torno de la mutua admiración", Fraternidad escolar, ViceVersa Magazine - 8 abr. 2018.
"El amor pasional es adhesivo, se adhiere al otro, se pega, quiere confundirse con él, unimismarse. En cambio, el que profesa dilección profesa un amor diligente, esto es, cuidadoso, atento, responsable, un amor reflexivo que traduce, como dice la Academia, una voluntad honesta. La dilección es el amor tierno y puro", Propercio y el amor, Marco Aurelio Denegri, El Comercio - 4 ene. 2016.
"Amar no consiste en otra cosa que en tener dilección de aquel que amas, sin buscar en ello ninguna utilidad, la que sin embargo, brota de la misma amistad cuanto menos tú la buscas", Cicerón.
"La esposa del ex mandatario de Estado, agradecida con la nación que la había premiado con una vida de bienestar excepcional, creía que era hora de retribuir tanta dilección ofreciendo sus hijos a la guerra, por ese entonces ya ineludible", En la hora de dios, Luiza Fernanda Postigo - 2015.
Etimología u origen de la palabra dilección: proviene del latín tardío dilectio, -ōnis.