La palabra dinasta se refiere a un príncipe o señor que ejerce el poder en un territorio, pero lo hace bajo la dependencia de otro soberano.
Este término evoca una relación de subordinación, donde el dinasta mantiene cierta autonomía en su gobierno, aunque está sujeto a la autoridad de un líder superior.
Así, la figura del dinasta refleja dinámicas de poder y lealtad en contextos históricos y políticos.