El dirigismo es un concepto que se refiere a un sistema en el cual el Gobierno asume un papel activo en la orientación y decisión sobre la actividad económica de un país.
En este modelo, las autoridades buscan guiar y regular el desarrollo económico, interviniendo en sectores clave para alcanzar objetivos específicos, como el crecimiento, la estabilidad y el bienestar social.
Esta intervención puede variar en intensidad y forma, dependiendo de las circunstancias y necesidades del momento.