El término dirimible se refiere a algo que puede ser dirimido, es decir, que se puede resolver o aclarar.
Este adjetivo se utiliza en contextos donde hay un conflicto o una duda que necesita ser solucionada.
La capacidad de ser dirimible implica que existen medios o métodos para llegar a una conclusión o acuerdo, facilitando así la resolución de situaciones complejas o disputas.