Esta acepción de "discreción" se refiere a la capacidad de una persona para tomar decisiones o emitir juicios de manera sensata, equilibrada y justa, demostrando prudencia y buen sentido en sus acciones y palabras.
Esta acepción destaca la habilidad de una persona para mantener confidencialidad sobre información sensible o privada que le ha sido confiada, sin revelarla a terceros sin autorización.
Es una cualidad valorada en relaciones personales y profesionales donde la confianza es fundamental.
Ejemplos de uso: "Es una amiga de gran discreción; nunca ha revelado mis secretos".
"En su rol como consejero, la discreción es una de sus virtudes más importantes".