La distorsión óptica es una aberración que ocurre cuando el aumento de una lente varía según la distancia del eje óptico.
Existen dos tipos principales: la distorsión «en corsé», donde los lados de un cuadrado se curvan hacia dentro, y la distorsión «en barrilete», que provoca que se curven hacia afuera.
Este defecto es especialmente problemático en dispositivos utilizados en la fotogrametría aérea, afectando la precisión de las imágenes capturadas.
Es una aberración que se produce porque el aumento de la lente es diferente para las regiones más o menos alejadas del eje. En la distorsión «en corsé», la imagen de un cuadrado, por ejemplo, presenta sus lados curvados hacia dentro, y en la distorsión «en barrilete», hacia afuera. La distorsión es un defecto especialmente perjudicial en los aparatos empleados en la fotogrametría aérea.
Así se denominan en óptica y en la técnica de las comunicaciones eléctricas, las deformaciones sufridas por las imágenes o por las señales y que se deben a alteraciones de la onda encargada de transmitirlas. La distorsión óptica puede producirse por las irregularidades del medio transmisor (niebla, por ejemplo) o por las imperfecciones de las lentes y otros aparatos receptores (v. Aberración de esfericidad; Aberración óptica). En Telefonía, Radio y Televisión las distorsiones se originan la mayoría de las veces en el tratamiento de las ondas; por ejemplo, al amplificarlas o al convertirlas en señales acústicas u ópticas. Una reproducción sin distorsión alguna no puede distinguirse del original. Las desviaciones de este resultado ideal se deben a no haber reproducido todas las frecuencias con la intensidad debida, o a la introducción de frecuencias extrañas que no existían en el original. Véase Óptica; Onda.