Esta acepción de "domar" se refiere al proceso de entrenamiento y habituación de un animal para que se vuelva más manso, obediente o útil para los humanos.
Implica una serie de técnicas y prácticas específicas destinadas a modificar el comportamiento natural del animal, haciéndolo más compatible con las necesidades o deseos humanos.
Ejemplos de uso: "Domar potros es una tarea que requiere paciencia y habilidad".
"En el circo, lograron domar leones para que realizaran trucos impresionantes".
En sentido figurado, "domar" se utiliza para describir el acto de controlar, sujetar o reprimir emociones, impulsos o deseos que pueden ser considerados inapropiados o perjudiciales.
Esta acepción implica un esfuerzo consciente por mantener bajo control aquello que es potencialmente disruptivo o dañino.
Ejemplos de uso: "Tuvo que domar su ira antes de responder al insulto".
"Es importante aprender a domar las ansias de venganza".
Esta acepción se refiere al acto de someter a alguien o algo a la voluntad o control de otro.
En este contexto, "domar" implica ejercer autoridad o poder sobre alguien o algo para lograr obediencia o sumisión.
Ejemplos de uso: "El líder rebelde fue finalmente domado por las fuerzas del gobierno".
"Con esfuerzo y dedicación, logró domar su mente dispersa y concentrarse en sus estudios".
fig. Hacer que una cosa dura se vuelva más flexible.
En este caso, "domar" se aplica a objetos, especialmente aquellos hechos de materiales que son inicialmente rígidos o incómodos, con el fin de hacerlos más flexibles, suaves o cómodos para su uso.
Este proceso puede implicar el uso repetido del objeto o la aplicación de técnicas específicas para alterar sus propiedades físicas.
Ejemplos de uso: "Tuve que domar mis zapatos nuevos caminando por toda la casa antes de que dejaran de lastimarme".
"Domar un guante de béisbol puede llevar tiempo, pero es esencial para un buen rendimiento en el juego".
Origen etimológico de domar: proviene de la palabra latina domare, a su vez de domus, "casa"
Segundo diccionario: domar
Origen de la palabra: (latín domare.)
tr. Amansar, hacer dócil a un animal salvaje o fiero.