El término domesticable se refiere a aquello que tiene la capacidad de ser domesticado, es decir, que puede ser adaptado o entrenado para vivir en un entorno humano.
Este concepto se aplica comúnmente a ciertos animales que pueden ser criados y convivir con las personas, así como a algunas plantas que pueden ser cultivadas para el uso humano.
La domesticación implica un proceso de interacción y adaptación entre especies.