El término don de errar se refiere a una falta habitual de acierto, tacto o maña en la realización de acciones o decisiones.
Este concepto implica que una persona tiende a cometer errores de manera recurrente, lo que puede afectar su desempeño en diversas situaciones.
A menudo, se relaciona con la idea de que algunas personas parecen tener una habilidad especial para equivocarse, lo que puede resultar en situaciones cómicas o frustrantes.