El término donatista se refiere a aquellos que seguían las enseñanzas de Donato, un cismático del siglo IV en la historia de la Iglesia.
Este movimiento surgió en un contexto de tensiones religiosas y buscaba una forma de pureza en la fe, rechazando a quienes consideraban indignos.
Los donatistas defendían la idea de que la validez de los sacramentos dependía de la moralidad del ministro, lo que generó importantes debates teológicos en su época.