La palabra dría se refiere a una ninfa de la mitología, conocida como dríade, que habita en los bosques.
Estas criaturas están íntimamente ligadas a los árboles, y su existencia se considera efímera, durando tanto como la vida del árbol al que están unidas.
Las dríades simbolizan la conexión entre la naturaleza y lo divino, representando la belleza y fragilidad del entorno natural.