El drop shot es una técnica utilizada en deportes como el tenis y el pádel, que consiste en golpear la pelota de forma suave y corta para que caiga justo detrás de la red, sorprendiendo al oponente y dificultando su respuesta.
En algunos países de América se le conoce como dejada o dejadita, y es una jugada estratégica que requiere precisión y control para ejecutarla con éxito.
Esta táctica suele emplearse para cambiar el ritmo del juego, desestabilizar al rival y ganar puntos de manera efectiva en el campo de juego.