El término dulzor se refiere a la calidad de lo que es dulce, evocando sensaciones agradables y placenteras.
Este concepto no solo se aplica a los alimentos, como el azúcar o la miel, sino que también puede describir experiencias emocionales o estéticas que generan una sensación de bienestar.
Así, el dulzor se convierte en un elemento fundamental en la apreciación de sabores y sentimientos en nuestra vida cotidiana.