El término dux proviene del latín y se refiere a un magistrado supremo en las antiguas ciudades de Venecia y Génova.
Este cargo era fundamental en la organización política y militar de estas repúblicas marítimas, donde el dux ejercía un liderazgo significativo, guiando tanto en asuntos de gobierno como en la defensa de sus territorios.
Su figura simboliza el poder y la autoridad en un contexto histórico de gran relevancia.