La palabra echarpe proviene del francés y se utiliza para referirse a un chal o mantón.
Este término evoca una prenda que se lleva sobre los hombros, proporcionando tanto estilo como abrigo.
Su uso se ha popularizado en diversas culturas, donde se valora no solo su funcionalidad, sino también su capacidad para realzar la elegancia de quienes lo portan.
Así, el echarpe se convierte en un accesorio versátil y atemporal.