La economía de Badajoz se caracteriza por su diversidad, aunque se centra principalmente en el sector agropecuario.
A pesar de contar con recursos minerales como hulla, cobre y uranio, muchos de estos yacimientos permanecen sin explotar.
La provincia es un importante centro cerealístico, destacando el cultivo de trigo, cebada y avena.
Además, la tradición ganadera de la comarca de La Serena refuerza su relevancia económica.
economía de Badajoz (provincia)
Badajoz no es pobre en minerales, pues posee hulla y cobre en la región de Llerena, hierro en Jerez de los Caballeros, magnetita en Zafra, mercurio en Usagre, plomo y vanadio en Azuaga, wolframio en Olivenza e incluso uranio (Monasterio), aunque estos últimos yacimientos permanecen sin explotar. Sin embargo, la economía badajocense se centra en torno al agro. A pesar del mal reparto de tierras, pues los latifundios ocupan el 60 % del terreno, la provincia es importante centro cerealístico, que cuenta con comarcas tan famosas como la Tierra de Barros, La Serena, Fregenal, Llerena. Destaca el cultivo del trigo, seguido de la cebada y la avena. Se obtienen además garbanzos y habas en la parte regada por el Guadiana, aceitunas y uvas en Almendralejo y Llerena, algodón, tubérculos y hortalizas.
La comarca de La Serena en particular y todo Badajoz en general tienen una larga tradición ganadera que se remonta a los tiempos de la Mesta y que mantiene su importancia. Sus grandes rebaños de ovejas sitúan a esta provincia al frente de las españolas en lo que a ganado ovino respecta. Siguen en importancia el porcino, cabrío, vacuno, mular y asnal. Tal panorama ganadero se ve complementado por una importantísima avicultura, sin que falten tampoco la cunicultura y la apicultura.
Los extensos bosques extremeños, además de suministrar alimento al ganado de cerda, proporcionan un excelente rendimiento en forma de madera, leña, carbón vegetal, corcho, etc.
Es lógico que en tales condiciones la industria sea predominantemente agropecuaria: fábricas de harinas, de vinos, destilerías de alcohol, aguardientes, vinagres y licores, importantes bodegas (Almendralejo), etc. Badajoz ocupa el cuarto lugar de las provincias españolas por su producción de aceite. En cambio, contra lo que podría suponerse, escasean las fábricas textiles, aunque la industria cárnica reviste gran importancia (Mérida posee el mayor matadero de la la nación), especialmente en la rama chacinera. También es interesante la producción corchotaponera. Las industrias mecánicas se encuentran también orientadas hacia el agro: maquinaria agrícola, superfosfatos, etc.
La especial atención dedicada por el Estado a esta provincia en los últimos años hace prever un extraordinario desarrollo de su economía una vez queden completadas las importantísimas obras hidráulicas en curso.