La palabra efluxión proviene del ámbito antiguo y se refiere a la exhalación de espíritus vitales o vapores de ciertos cuerpos, siendo una acepción que hoy en día se considera en desuso.
Además, en el contexto médico antiguo, se utilizaba para describir la expulsión del embrión en las primeras etapas del embarazo.
Ambas definiciones reflejan un uso que ha caído en desuso, pero que nos conecta con el lenguaje y la medicina de épocas pasadas.