El término ejido se refiere a un campo común que se encuentra en las afueras de un pueblo, donde generalmente se agrupan los ganados o se instalan las eras para la cosecha.
En el contexto de México, el ejido también designa una parcela agrícola que, según la ley, debe tener un tamaño mínimo de diez hectáreas, promoviendo así la agricultura y el desarrollo rural en comunidades.