El fraude de Piltdown se refiere a un famoso caso de engaño en el ámbito de la paleontología que tuvo lugar a principios del siglo XX.
En 1911, se anunció el hallazgo de un fósil en Piltdown, Inglaterra, que supuestamente representaba una forma primitiva de hombre.
Sin embargo, la combinación de un cráneo humano moderno con una mandíbula de chimpancé generó dudas y controversias.
Con el tiempo, muchos científicos llegaron a considerar que se trataba de un fraude deliberado.
el fraude de piltdown
El llamado fósil de Pilt-down (Eoanthropus dawsonii) ha sido el que durante 4D años ha originado más discusiones. En el año 1911 y siguientes pretendióse haber encontrado en la aldea de Piltdown, en Sussex, a unos 75 km al S de Londres (Inglaterra), un cráneo humano fragmentario, parte de la mandíbula y algunos dientes, en un depósito subterráneo formado en la segunda o tercera época interglacial. El cráneo reconstruido tenía toda la apariencia de un cráneo moderno, a no ser por su tamaño poco corriente; ahora bien, la mandíbula y los dientes parecían corresponder a los de un chimpancé. La combinación de un cráneo tan moderno con la mandíbula de un antropoide no dejó de parecer desconcertante, pero un segundo descubrimiento consistente en parte de un cráneo similar y de otro diente hizo que el hombre de Piltdown fuera aceptado por varios científicos ingleses. En general, tanto los científicos continentales como los americanos se mostraron escépticos. Algunos lo consideraron un fraude o bien una asociación casual de restos inconexos.
No hay duda que se realizó un fraude deliberado. El cráneo, posiblemente de cierta antigüedad, fue enterrado junto con la mandíbula y dientes de un chimpancé moderno. La mandíbula y los dientes se habían desgastado y pulido para no desentonar con los huesos del cráneo. Se pudo comprobar el fraude sometiendo los «fósiles» a la prueba del flúor. El hueso moderno contiene poco flúor y mucho nitrógeno, mientras que los huesos antiguos ganan en el primero y pierden en el segundo. Una vez realizada la prueba, fue fácil comprobar la moderna formación de la mandíbula y dientes del chimpancé y determinar que el cráneo podía pertenecer a un depósito del Pleistoceno superior.
La eliminación del fósil de Piltdown robusteció la teoría general de la evolución humana según la cual el hombre moderno, el Homo sapiens, es de aparición tardía.