La palabra elche se refiere a un individuo que, en el contexto histórico, es un morisco o un renegado de la religión cristiana.
Este término evoca la compleja realidad de aquellos que, tras la Reconquista en España, optaron por abandonar el cristianismo, ya sea por convicción o por presión social.
La figura del elche refleja las tensiones culturales y religiosas de una época marcada por la coexistencia y el conflicto entre diferentes creencias.