La palabra elemósina se refiere a una forma antigua de limosna, que es lo que se ofrece por amor de Dios para ayudar a quienes atraviesan una necesidad.
Aunque su uso ha caído en desuso, esta acepción refleja una tradición de caridad y solidaridad en la que se busca aliviar el sufrimiento ajeno.
La elemósina simboliza un acto de generosidad que trasciende el tiempo, aunque hoy en día se prefiere el término más común de limosna.