Empalizada es una estructura de defensa compuesta por palos o troncos clavados en el suelo, utilizada para delimitar terrenos o como vallado en pequeñas fortificaciones.
Esta barrera era común en la milicia por su rapidez de construcción, aunque vulnerable al fuego.
En Botánica, se refiere al tejido vegetal de la hoja con células compactas y alargadas dispuestas en paralelo.
En Medicina, se menciona la degeneración de la retina periférica que muestra un patrón similar a un enrejado blanco.
f. Cerca, vallado, generalmente hecho de palos o cañas enclavadas en el suelo. Se emplea para delimitar terrenos.
Ejemplo de uso: "la empalizada evita que el ganado se escape".
Mil. Vallado defensivo construido de gruesos troncos clavados al suelo, uno pegado al otro, formando así una estructura firma.
Eran empleadas para construir una valla rápida de defensa en pequeñas fortalezas o fortificaciones.
Muy eficaces para ataques de corta duración, aunque eran fácilmente incendiables. La alternativa era levantar defensas de piedra, si es que había tiempo y recursos suficientes.
(parénquima en empalizada) Bot. Tejido vegetal de la hoja, de células poligonales muy compactas y generalmente debajo de la epidermis. Así llamado por estar constituído por células alargadas y dispuestas una junto a otras de forma paralela.
(degeneración en empalizada) Med. Degeneración de la retina periférica caracterizada por una imagen que recuerda a un enrejado blanco con zonas de hiperpigmentación alrededor.
Segundo diccionario: empalizada
Origen de la palabra: (De empalizar.)
f. Estacada, obra de estacas clavadas en tierra para cerca o defensa.
• « Poco a poco, los maoríes se dispersaron por Nueva Zelanda en diferentes tribus, con diferentes jefes como líderes. Sin embargo, las distintas tribus se volvieron más agresivas y, con el tiempo, las guerras intertribales se hicieron mucho más frecuentes. Esto condujo a la aparición de los Pa (pueblos fortificados). Un Pa medio incluía zanjas, bancos y empalizadas como protección. » (de empalizada | plural)
• « Yo tenía un látigo en casa, un látigo de toro, pero era principalmente para mover el ganado de papá de un corral a otro o para perseguir a las crías en la empalizada. Dudo que hubiera funcionado con un elefante. »