La encarnadura se refiere a la capacidad de la carne viva para cicatrizar adecuadamente.
Este término es fundamental en el ámbito de la salud y la medicina, ya que una buena encarnadura indica que el proceso de curación se está llevando a cabo de manera efectiva, mientras que una mala puede señalar complicaciones.
Así, la encarnadura es un indicador clave del estado de recuperación de heridas y lesiones.