El término engargolar se refiere a la acción de ajustar las piezas que poseen gárgoles, elementos arquitectónicos que suelen estar presentes en edificios para desviar el agua de lluvia.
Este proceso es fundamental para asegurar la correcta funcionalidad y estética de las estructuras, evitando problemas de filtraciones y deterioro.
Así, engargolar no solo implica una labor técnica, sino también un cuidado en la preservación del patrimonio arquitectónico.