El término engaritar tiene dos acepciones principales.
En su uso más formal, se refiere a la acción de fortificar un castillo o fortaleza mediante la construcción de garitas, estructuras que permiten la vigilancia y defensa.
En un contexto más coloquial, se utiliza para describir el acto de engañar a alguien con astucia, implicando una estrategia ingeniosa para lograr un objetivo.
Ambas acepciones reflejan la idea de protección y manipulación.